¿Habéis leído alguna vez un libro que haya cambiado vuestras percepciones sobre un lugar o incluso sobre vuestra propia existencia?
Hace muchos años cayó de forma fortuita en mis manos la novela "Las nueve revelaciones", del aclamado escritor James Redfield, un muy recomendable título repleto de espiritualidad y misticismo cuya trama principal lleva al protagonista a través de las selvas de Perú hasta Machu Picchu, conocido por muchos como centro neurálgico mundial generador de energía vital, entendiéndo este concepto como esa fuerza invisible al ojo humano y ajena a la ciencia que se desprende cuando se produce una comunión a nivel superior entre seres humanos o entre éstos y la naturaleza.
Muchos lectores hablan de un cambio de vida, de una extraña conexión con el mundo tras leerlo, de un mayor entendimiento del aura que desprende lo que nos rodea y de una plena conciencia de las coincidencias que acontecen en nuestras vidas que marcan el curso de nuestra existencia.
Yo quiero sentir y recibir in situ esa energía. Miles de veces me he visualizado amaneciendo junto con el sol ante el famoso poblado inca liderado por su embrujado peñon.
Esta ruta a pie de 42 kilómetros de longitud, quizás la más famosa de Sudamérica, tiene su origen en el conocídisimo kilómetro 82 de la ciudad de Cuzco y final en el santuario de Machu Picchu, haciendo vibrar al senderista con espectaculares vistas y ruinas a lo largo del camino. La duración estimada del recorrido es de 4 días sin contar con visitas supletorias y casi obligadas a Cuzco, Lima, el Valle Sagrado o Titicaca, por lo que 10-12 días nos podría dar un buen margen para realizar la caminata y conocer algunos de estos lugares.
Perteneciente a la época en la cual el ser humano construía en consonancia con el medio ambiente y no arrasaba, Machu Picchu es una maravilla amenazada por el paso del tiempo, los hongos y el abuso del turismo, factores contra los cuales el gobierno Peruano trata de luchar a través de la estricta regulación de las visitas a la zona, lo que obliga a contratar una agencia para la realización del Camino Inca y a planear el viaje con varios meses de antelación.
En Julio 2011 se cumplieron 100 años del descubrimiento de la ciudad inca por parte del Americano Hiram Bingham. Desconozco en qué momento me subiré al avión dirección Perú. Desconozco el número de turistas que me acompañarán en mi visita. De lo que estoy seguro es de la perplejidad que sentiré cuando tenga la famosa estampa de los dos picos y la ciudad Inca delante, impasible ante mis ojos. Se que la inyección de energía me trasladará en un viaje estático a través del tiempo a ese mes de Julio de 1911, en mi mente me encontraré solo, concentrado, a la espera de algo.
En Julio 2011 se cumplieron 100 años del descubrimiento de la ciudad inca por parte del Americano Hiram Bingham. Desconozco en qué momento me subiré al avión dirección Perú. Desconozco el número de turistas que me acompañarán en mi visita. De lo que estoy seguro es de la perplejidad que sentiré cuando tenga la famosa estampa de los dos picos y la ciudad Inca delante, impasible ante mis ojos. Se que la inyección de energía me trasladará en un viaje estático a través del tiempo a ese mes de Julio de 1911, en mi mente me encontraré solo, concentrado, a la espera de algo.
Machu Picchu * |
Machu Picchu * |
Machu Picchu, una obsesión.
Me encantaría encontrar compañeros/as de viaje para esta excepcional aventura. Conozco gente deseosa de adentrarse en los Andes con esta idea. Sería un placer coordinar agendas y hacer de este viaje una experiencia espiritual para algunos, sin duda irrepetible para cualquiera.
* Fotografías cortesía de otro viajero insaciable y amigo, Jorge Moreno Mena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario